Ser diseñadora gráfica me ha permitido buscar en rincones de mi cerebro una creatividad que parece imposible pero, que si nos esforzamos lo suficiente y damos lo mejor de nosotros, ahí está.
Mi desarrollo profesional se va dando paso a paso, y aunque queda mucho por construir, el rendirse no está en mi persona. Siempre hay que ir más allá, buscar nuevas metas, no conformarse, querer superarse a sí mismo.
La relación con el cliente es una de las transacciones más importantes del diseño, sin embargo, para poder entender lo que buscan y dar con la clave, es fundamental la empatía y la búsqueda así como la introspección en uno mismo.
Es de vital importancia, conocer lo que nos rodea y renovarse cada día.
